Reflexión personal

Cuando era chica tenía esperanza en que el futuro podría ser diferente, pensaba que algo en mí estaba mal porque no era como todos. No era peor ni mejor, sólo diferente. Lo notaba y me lo remarcaban, como para hacerme sentir mejor en el sentido sarcástico de las palabras. Hoy en día trabajo y sigo siendo la misma inadaptada que no puede entender ciertas actitudes de la gente o se hace la que no entiende para que nada le afecte. No cambié, nada está mal en mí, si un día lo pensé fué por el ambiente y el entorno de las personas que te rodean y te imponen directa o indirectamente ser parecido. El hecho de que no haya cambiado tampoco me parece algo malo porque cada uno es como es, si sigo siendo de esta manera es porque me siento cómoda con esta forma de ser, y no voy a tomar en serio opiniones que la desacrediten. No soy una nena y sé lo que hago. No puedo estar mejor que hoy por entender esto.

La empatía.

Es irónico que la gente se entienda hablando, cuando no sabemos hablar. No lo digo en el sentido literal de la palabra. Todos lo único que vemos son nuestros propios intereses, sin importar que para concretarlos dañemos en el camino a personas que estimamos. No miramos lo colectivo, no practicamos la empatía, tal vez ni seamos dueños de nuestras vidas. Cuando digo empatía lo digo en forma diferente, ví definiciones que para mí no significan ser empático. Bueno, para mí es poder comprender a la persona, ponerse en su lugar pero no para sentir lo mismo, porque todos somos diferentes y podemos sentir esa experiencia en diversas formas. Lo que uno puede sufrir, otra persona no, o ser más tolerante, incide según en qué etapa de la vida estemos, cómo nos formó, qué visión le pudimos dar a nuestros problemas. Una de las razones del desarrollo como ser humano es poder cambiar y avanzar, no superarse sino poder entender a las personas. Por ejemplo para mí es muy difícil comprender los puntos de vista de cada uno. Más allá de poder entenderlos, no los comprendo; siempre me sorprendo cuando conozco gente nueva, y es bueno hacer un bien a los demás aunque no siempre estemos del lado que quisiéramos.